jueves, 21 de julio de 2016

La psicología del color ¿en la construcción de una novela?


¿Te has detenido a notar las películas de Tim Burton? ¿Te das cuenta de lo lúgubres que pueden ser sin mencionar sus temas paranormales? ¿Qué sientes al ver las diferentes caracterizaciones de Johnny Depp? Así sea Ichabod Crane, o Sweeney Todd, o Barnabas Collins el asunto es casi el mismo; el color en el ambiente deja una extraña sensación.
No es necesario ser un experto en arte para darse cuenta de cuanto influye esto en cada individuo. Según el diccionario se trata de un campo de estudio que va dirigido a analizar la percepción y el efecto de los colores en cada ser humano, ¿y de verdad influye? Claro que sí.
No se necesita ser Botticelli, Monet,  Van Gogh o Picasso si hasta un bebé en sus primeros meses conoce la diferencia hasta el punto de manifestarse en su personalidad a medida que crece. Cuando me desempeñaba como tutora de artes podía ser testigo de cómo la personalidad de un preescolar era definida por la manera en la que pintaba al momento de elegir los crayones o colores, es natural que las niñas prefieran el rosa y los varoncitos el azul, unos se esmeraban en pintar bien y otros a como les saliera el asunto, el caso es que nada les impedía ser artistas por un momento aunque pintaran un sencillo globo pero cuando habían otros –especialmente varones- que escogían colores oscuros como el gris o el negro y remarcaban tanto el crayón que no se soportaba ni el olor en el papel allí ya era de preocuparse y se hacía llamar al padre o madre para hablar con ellos porque algo no andaba bien en el niño si casi siempre prefería pintar así. Generalmente era su manera de desahogar algún enojo, algún rencor, algún odio escondido hacia alguien, -porque también marcaba un patrón de agresividad- así que hay que prestar atención a esto y más si al niño no le importa pintar de manera horizontal o vertical a la vez haciendo del dibujo un mero desastre.


Los colores lo dicen todo de la personalidad de cada individuo y eso lo podemos ver hasta en las marcas famosas que ya conocemos, alguien experto en decoración de interiores puede deducirlo al momento que le solicitan sus servicios. Se sabe que si las paredes son blancas es porque la persona tiene necesidad de esa paz, de esa luz, de tener esa opción de jugar con muebles de otros colores y así definir su lugar privado, porque es precisamente suyo y es allí donde es libre para hacer lo que quiera, o por si el contrario las paredes son oscuras y los muebles que decoran también, el ambiente del lugar –que aunque pueda ser elegante- puede también hacer que una persona ajena sienta algo de repulsión o malestar, o rechazo o hasta deprimirse sólo con un momento de estar allí porque está precisamente en la oscuridad, algo que lo puede hasta sofocar sin hallar alivio ¿y quién soporta vivir en un ambiente así? Casi siempre alguien solitario, alguien posesivo, agresivo, dominante, alguien introvertido, alguien no muy sociable, alguien a quien le guste las películas de terror, alguien serio a quien no le guste reír, alguien a quien le guste el encierro, alguien que quiere “imponer” respeto ¿y donde se manifiesta esto? Desde la temprana edad del infante.



Lo mismo puede definirse en una obra cuando es la portada la que habla, generalmente el fondo negro es para generar suspenso, misterio y si se mezcla con rojo ya va dando un tono a algo de terror, imagina un fondo negro con apenas algo de niebla que lo vuelva gris y en letras rojas diga "Drácula" le queda muy bien ¿no? o por el contrario un fondo negro con un toque de rojo también puede dar esa sensación de sensualidad, todo depende del ángulo. Si en el fondo negro le agregas algo gris y en letras color plata escribes el título también puede verse elegante y más si lo combinas con algo de dorado, todo es cuestión de jugar con la psicología y que el lector sienta lo que le quieres transmitir pero ahora dejemos el tema de las portadas porque mi enfoque es otro.


A lo que venía era a compartir un artículo sobre este tema al momento de querer crear la estructura de una novela y yo me valgo de los colores para hacer una mejor visualización del trabajo.
Como materiales necesitas:
-Papel construcción o cartulina de colores­­: beige o café claro, gris, rojo, rosado, azul celeste, morado, anaranjado, amarillo, verde claro y blanco.

-Regla.

-Lápiz grafito.

-Tijeras.

-Marcador negro permanente de punta fina.
Dibuja con el lápiz grafito los rectángulos ayudándote de la regla con la misma medida de una ficha bibliográfica (7.5 cm de ancho por 12.5 de largo) o si gustas hazla más pequeña para todos los colores menos para el gris que al menos debe ser el doble del tamaño de la bibliográfica, recorta el papel o la cartulina y ten a la mano una pizarra de corcho junto con los push pins o sujetadores.
Y ahora te daré mi clave de colores: en la tarjeta beige escribe con el marcador permanente el título de tu obra, en la gris el breve resumen, en la roja escribe el nombre del escenario (dependiendo del número de lugares pues así recorta los rectángulos) luego en el papel rosa escribe el nombre de tu prota femenina y en el azul el de tu prota masculino. Tu villano o antagonista escríbelo en el morado, los secundarios masculinos en el color naranja y las secundarias femeninas en el amarillo, los personajes terciarios en el papel verde y los personajes de mención (los que sólo los mencionas en el libro sin darles más participación) ponlos en el blanco. Ahora distribúyelos todos en el pizarrón a manera de organigrama de esta manera: en la parte de arriba coloca el título de la obra y luego abajo el resumen en la tarjeta gris, las tarjetas rojas que son las locaciones ponlas debajo y debajo de estas pon la tarjeta rosa y a la par de esta la azul, allí ya tienes visualizado algo de la estructura. Debajo de los protas pon la tarjeta morada y se sabrá que es el villano, debajo de este y en línea horizontal también coloca todos los secundarios masculinos, luego debajo de ellos de la misma manera las secundarias femeninas, luego de igual forma los terciarios que son los verdes y por último pon las tarjetas blancas. ¿Ves tu arcoíris de imitación post-it? Tus musas no querrán irse si tienes un panorama ya estructurado sabiendo lo que quieres y hasta mejorará tu humor si sientes algún bloqueo, pon la pizarra frente a tu ordenador y mírala constantemente, allí está la primera estructura de la novela, la de tus personajes que son quienes le darán vida. Otro tip al momento de escribir es que entonces emparejes a tus secundarios si se da el caso, las tarjetas se van a intercalar naranja-amarillo, naranja, amarillo. Esto sirve mucho porque por ejemplo en el caso de los terciarios (las tarjetas verdes) o los de mención (las tarjetas blancas) te recordarán que tienes esos personajes y evitarás olvidarlos en algún punto de la novela donde tengas que volver a ellos. El asunto debe verse más o menos así:


Esta técnica ya la conocí un poco tarde pero igual como prueba la he hecho en todas mis novelas ya publicadas y en el caso de Ariadna me ayudó mucho porque me di cuenta que tenía demasiados personajes de los que –sin querer- no tenía conocimiento así que tuve que cortar muchas tarjetitas naranjas, amarillas, verdes y blancas. Esa ha sido la psicología de mis colores al momento de estructurar –para comenzar- una novela y a medida que escribas y te des cuenta que creas otros personajes pues a cortar más tarjetitas, a ponerles el nombre y a pegarlas en el pizarrón, puedes hacerlo con los colores que quieras pero eso sí el mismo pizarrón te va a mostrar si te estás extendiendo en el asunto o si estás exagerando en personajes cuando ya no tengas espacio donde pegarlos más.
Si eres más cibernétic@ y prefieres hacer las cosas en el ordenador (con la ayuda de cualquier programa para escritores) pues allí tienes la opción de insertarle la imágen de la persona que quieras bajo el nombre que ya tiene tu personaje, el visualizarlo así puede ser mejor.
¿Te sirve esta técnica? Pues como escritor ponla en práctica si no lo has hecho y ya me contarás, en el caso de mis dos últimas novelas de romance paranormal me ayudó mucho.
Hasta la próxima. 

2 comentarios: