¿Te ha pasado que tienes una historia ya lista para comenzar a escribir pero tienes el dilema de dónde ambientarla? ¿Contemporánea o histórica? ¿En América o Europa? O en ambos continentes pero el dilema es el mismo ¿Dónde ubico a mis protas? ¿Qué son las “ciudades clichés”?
No es lo mismo a que
tengas en mente un castillo medieval, una mansión de arquitectura griega, una
residencia minimalista o una acogedora cabaña lejos de la civilización, a decir
¿pero y donde los pongo? Lo que acabo de mencionar es sólo el ambiente, donde está cada cosa es la locación y nótese la diferencia, una cosa es que quiera escribir
por ejemplo sobre Londres pero ¿y qué hay en Londres? Como ven Londres es la locación, lo que yo encuentre en la ciudad es mi ambiente.
Pues bien, yo gracias
a Dios no me peleo tanto conmigo misma por eso ya que generalmente tengo
primero el lugar y luego la historia por lo que todo se me hace más fácil sin
caer en esas molestas indecisiones y respondiendo
a la pregunta, las “ciudades clichés” no son otras más que las mismas
que te encuentras en la mayoría de los libros, esas que todo el mundo las usa y
que de verdad ya están cansado. ¿Qué no hay más lugares para ambientar? Como lo
dije en un artículo para la revista meses atrás ¿habrá que inventarse otro
planeta? Lugares, locaciones, nombres que si fulana los usó yo también pero lo
mejoro (nótese que puede haber un tipo de competencia) pero no vengo a entrar
en controversia porque el tema de las copias y usar lo mismo es otro, yo vengo
a hablar sobre las locaciones y el ambiente en las novelas.
Admiro a las autoras
que basan sus novelas en su país y hasta ciudad de origen, eso es algo original
porque como lo hablaba con una persona por naturaleza y herencia “somos
consumistas de lo extranjero” y eso no nos hace buenos patriotas porque rara
vez buscamos “lo hecho en casa” como dice un eslogan acá en mi país, así que
como escritores es más fácil ubicarnos en lugares sofisticados como una gran
metrópolis o en lugares llenos de historia como lo es el viejo mundo, al
momento de querer tejer una historia.
Esta fotografía la encontré mucho tiempo después de escribir el primer libro | . |
El tema de la
ambientación de una novela puede causar muchas indecisiones por lo que también
un desgaste físico y no sólo de tiempo porque antes que nada tienes que
“investigarlo y conocerlo” para no escribir algo que no encaje aunque la
historia sea contemporánea, mi ventaja es que he creado un reino, un reino que
sólo yo conozco y en el que nadie me va a venir a decir “eso está mal o eso no
concuerda” porque he creado un reino no sólo geográficamente sino con su
historia, mitos y leyendas, con sus estados y nombres propios creados por mí y
hasta con el árbol genealógico de sus monarcas desde la fundación del mismo, es
por eso que la historia de Ocaso y Amanecer juega con el pasado y con el
presente. Ahora bien algo muy distinto es la serie de mis chicas Warren.
The Trump Tower o el Navy Pier son algunos mencionados en el libro |
No sólo porque la
historia es netamente contemporánea sino porque si está ambientada en lugares
reales y no ficticios, así que por ejemplo para el primer libro de Minerva
decidí que la protagonista debía ser de una ciudad no tan grande pero si una
ciudad que fuera prácticamente el sello de ella y sus hermanas por lo que
paseando por el estado de California (en la red) me fui enamorando de la ciudad
de Ontario, comencé a averiguar todo de la ciudad, (lugares, calles, avenidas,
restaurantes, etc…) y fue allí donde decidí que mis chicas iban a residir, una
ciudad muy bonita, tranquila y a menos de una hora de la ciudad de Los Ángeles
lo que me pareció perfecta. Ahora viene mi prota, a Rick lo quise situar en
otra ciudad y no muy cerca de California, me puse otra vez con el atlas a ver
las distancias de punta a punta con otras ciudades y les confieso que en primera
instancia quise ponerlo en Boston, pero igual me sirvió para que él fuera de
allí, luego me vine más abajo y fue donde encontré la preciosa Chicago y su
majestuoso Michigan, leí un poco sobre lo que decía de la ciudad y ya teniendo
internet fijo entonces me puse a averiguar más a fondo, me empapé de lugares,
calles, edificios, y me dije aquí es donde estará mi prota (como leyeron en el
libro menciono varios lugares de la ciudad) y ahora sí ya teniendo dos
escenarios reales y que aprendí a conocer entonces el escribir la historia fue
mucho más fácil.
Como la historia me resultó ser una serie al menos ya tenía mi
base para continuar y esa es la ciudad de mis chicas, Ontario, cuando le tocó
el turno a Ariadna, tuve que volver a Europa porque la historia de ella se
centra en el viejo mundo, investigué lo mismo, ciudades, museos, hoteles,
calles, avenidas, aeropuertos y hasta los horarios reales de llegada y salida
de los vuelos y las aerolíneas disponibles según mi trama porque siendo una
historia actual no puede resultar incongruente y todo eso que conocí quise que
se viera reflejado en la historia.
Con “Quiero que seas
Mío” que nació a finales del 2012 si quise algo diferente y para eso me ubiqué
como leen en el prólogo en Escocia, luego en España y como ven el prota
italiano quise que fuera originario de la Toscana por ser empresario de vinos,
el resto de la historia ya la conocen porque recién está ya publicada de forma
completa, aquí quise que el lector estuviera en cuatro escenarios diferentes y
a través del tiempo lo que llevó un proceso por la parte histórica. Inglaterra,
España, Escocia e Italia son las locaciones de esta historia aparte de una
breve aparición sobre Grecia y la isla de Corfú que quienes habrán leído saben
de qué trata.
Con El Broche si me
llevó algo más de tiempo decidirme porque en primera instancia lo quería en
Nueva Orleans, igual quienes leyeron saben que los protas terminan volando
hacia allá, pero no sé por qué estudiando algo sobre la historia de la guerra
civil norteamericana me decidí por Richmond, en el estado de Virginia y fue de
allí donde arranqué obviamente con el antecedente de conocer la ciudad y algo
de su historia, igual el prota como siempre europeo y lo quise inglés para que
se sintiera más atraído por la historia norteamericana como buen periodista.
Como ven yo no me
complico la vida en cuanto a decidir la locación de mis novelas aunque tampoco
se trata de escoger lo primero que tengas a la mano, eso no, la ambientación es
tan importante como la historia misma porque también determina a los
protagonistas pero como consejo te sugiero que no abuses en las descripciones
al momento de escribir, es cierto que son importantes pero en su medida, eso
puede ser relevante tratándose de mundos desconocidos pero no con los reales,
con media página para describir algo de la ciudad o máximo una es suficiente porque siempre
hay quien ya conozca el lugar y eso no sea importante para él a menos que sea
por mera ubicación, puedes describir las avenidas y los edificios que rodean,
uno que otro lugar de interés como un parque, museo u hotel pero no te pongas a
contar los pájaros que vuelan por el cielo esa tarde, o describas
minuciosamente el tipo de material con que construyeron los edificios, o el
tipo de hilo con que se tejieron las alfombras que adornan el hotel ni tampoco
te conviertas en un catálogo dándole tanta publicidad a las marcas de moda,
perfumes o zapatos porque se te ocurrió pasar por un mall y que tu prota
hiciera una lista mental de lo que le hace falta, esto último no está mal pero
encontrarte cada cinco minutos de lectura con que si Channel, o que si
Victoria’s Secret, o que si Dolce & Gabbana ¡¡por favor!! … y ya me salí
del tema porque por lo menos a mí no me pagan por la publicidad, esto de las
descripciones lo dejo para otro post, una cosa es describir un mundo
propio como Narnia, La Tierra Media o Westeros que si se desea dar a conocer para
captar la atención del lector por ser lugares “desconocidos e imaginarios” pero
si te vas a poner a contar con detalles por ejemplo hasta cuantas ventanas y
tipo de cristal tiene el Empire State sencillamente es para dejar el libro
porque quien ha conocido el edificio eso no le interesa. Ojo con las
descripciones “de relleno” eso lo hablaré después.
Pero volviendo al
tema. ¿Te cuesta ubicar una ambientación real para tu novela? ¿Qué tienes
primero? ¿La historia o la locación?
Hasta la próxima.
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