Como autores planificamos
todo, tanto el proceso de escritura como el tiempo de promoción en las redes y
cuando tenemos la obra lista para publicar entonces comenzamos a compartir
fragmentos, fan-arts, música y todo lo relacionado con la obra. Dentro de la PC
tenemos todo nuestro mundo, nuestro trabajo, si, porque eso es, nuestro trabajo
le pese a quien le pese, uno que hemos construido y logrado haciéndonos sentir
satisfechos y por la confianza de tener ese trabajo ya hecho entonces se
procede a dar una fecha de publicación y hasta la famosa “pre - venta”
iniciando así una cuenta regresiva que llena de expectativa tanto al autor como
al lector que espera la obra. Pero ahora imagina esto; Tienes tus manuscritos,
diversos apuntes, tus programas de vídeos y varios vídeos hechos, fanarts,
imágenes y ese tipo de cosas con las que un autor se ayuda, o sea todo tu
trabajo (tu vida) metida en una máquina y ¡puff! ¿Cómo reaccionarías si a dicha
máquina le da el patatus y en pleno auge laboral se te apaga para jamás volver
a encender? Aparte de gritar tan alto como para que toda la cuadra crea que te
están matando también sientes que el mundo entero te cae encima queriéndote
morir en el mismo instante junto con la máquina. Sientes una desesperación
horrorosa, toda tu vida que estaba concentrada se acaba, tu trabajo y todos tus
logros se van al garete en segundos. Esto lo comparo yo como quien tiene su
casa y un incendio arrasa con todo, sólo puedes sentarte ante las cenizas de
todo tu esfuerzo y llorar, te sientes desnudo y desolado, terrible cosa
¿verdad? Por desgracia son cosas que jamás se esperan pero que te derrumban
cuando suceden, porque suceden, imagina que todo tu trabajo, tu trabajo de años
se pierde así sin más, ¿cómo volver a empezar? Puedes hacerlo pero hay un antes
y un después que te marca y de esta experiencia quiero hablarte.
Esto me pasó la tarde del
28 de Abril y ese día lloré peor que quien llora un pariente en un funeral.
Cuando pasan estas cosas no sabes qué hacer, la mente se te nubla porque lo
primero que piensas es que el disco duro se arruinó y allí acabó todo.
Personalmente me moví por mi cuenta comunicándome con algunas personas y la
mayoría en vez de ayudar constataron lo que verdaderamente son. Es en momentos
así cuando conoces quien te aprecia y quien no y por salud emocional a esta
gente ahora la deseo lejos de mi vida y olvidar que la conocí porque si no
ayudaron cuando tenían la oportunidad (y pudiendo hacerlo) ¿creen que habrá un
momento en que lo harán? La respuesta es no y solo podrán entenderte cuando
pasen por lo mismo y estén en tus mismos zapatos.
El simple diagnóstico de
la máquina me costó algunos altibajos y una deficiente agilidad para actuar por
parte de un servicio técnico (lento) como también otros problemas que de igual
forma te marcan y hacen que definitivamente no confíes en nadie porque en
cuestiones de dinero no cuentas ni con tu sombra. No me resignaba decirle adiós
a todo, no a mi trabajo de ocho años, estaba dispuesta a pelear con quien fuera
y obtener los recursos para volver a tener mi máquina y lo hice. Mientras
pasaba tragos amargos, uno tras otro, con lo único que pude ayudarme para medio
seguir promocionándome fue con el móvil y Twitter. En mi instagram privado subí
una foto de la máquina y comenté llorando y desesperada lo que me había pasado,
si, lo admito, esa tarde me quise morir, no bastaba con que me dijeran que
volviera a empezar, que volviera a escribir, que todo iba a estar bien y que
siguiera adelante, les diré que no hay chiste cuando ya tienes historias casi
completas y varios archivos sobre el tema y crees perderlo todo, volver a empezar eso no basta ni te consuela, ¿cómo
volver a escribir el mismo libro otra vez? ¿Cómo volver a tus investigaciones
si todo lo tenías en la pinche máquina? Booktrailers guardados que ya estaba
casi listos para editar y grabar se perdieron. ¿Se dan cuenta la desesperación?
pero tuve que controlarme y tratar de pensar con calma. Para no hacerles el
cuento largo, el hecho es que tuve que comprar otro CPU y decirle adiós al
anterior por el costo que no valía reparar. Experiencias así te hacen pasar por
latigazos a cada paso ¿pero saben qué? Se trataba de mi trabajo, de algo muy
importante para mí, todo lo que un escritor pueda pasar por cumplir sus sueños
no se considera sacrificio y a pesar de todo, si hay algo que le agradezco a
Dios con el alma entera es que la info del disco estaba intacta, por lo tanto
no se perdió información pero si me dan lata algunos programas que no abren o
que de plano me dicen que hay que instalarlos otra vez. Sí, no tengo el movie
maker, no tengo un Adobe ID (lo cual molesta porque es algo que necesito con
urgencia) y otra serie de cositas que la máquina no reconoce y por lo tanto no
abre archivos pero por lo demás al menos sigo viva y con las ganas de seguir en
la faena y con más fuerza porque tengo proyectos que entregar a los lectores.
Obviando la mala
experiencia así como a la mala gente que no sirve para nada, el haber
recuperado mi vida es algo que no tiene precio, el volver a tener la máquina y
seguir trabajando en lo que amo hacer, el tener de nuevo esta (parcial) paz y
volver a mi labor en las letras me ha hecho renacer como el Fénix. La vida de
un escritor es esta, sentarse cada día frente a un teclado, con una rica taza
de café y con toda la inspiración por delante para crear su mundo y sus historias
maravillosas.
¿Te ha pasado que se te
daña la computadora y crees morir? ¿Crees que has perdido todo tu trabajo de
años por tenerlo dentro de una máquina? ¿Crees que no hay solución? Como ves es
algo que entiendo, cuéntame tu experiencia.