Leía hace poco el interesante artículo de una
amiga con respecto al escoger los nombres para nuestros personajes de libros (lee aquí) y eso puede ser tan tedioso como la indecisión también de donde
ubicar la trama de nuestra historia e incluso la época (lee también mi post aquí) Otro de mis artículos hablaba también sobre la construcción de la novela
y compartí como yo lo hacía con los personajes y esto se relaciona con esto de
los nombres porque al menos yo los clasifico en protagonistas, antagonistas y
villanos, personajes secundarios masculinos y femeninos, personajes terciarios
y personajes de mención, cada uno clasificados en colores ya establecidos por
mí; rosa, azul, púrpura, naranja, amarillo, verde y blanco. (Si quieres leer el artículo aquí) Es sólo una manera personal de organización pero como comentaba
en dicho artículo esta técnica me ayudó a darme cuenta por ejemplo (aunque mucho
después de escribir el libro) del exceso de personajes que tiene APS Ariadna y
leyendo el artículo de esta amiga con respecto a la indecisión de los nombres
cuando se deben elegir vengo a compartirles mi ejemplo. Por fortuna y como se lo dije a ella yo no tengo problemas con elegir nombres y hasta ahora me gustan todos los que he elegido para mis libros pero si es algo que lleva su tiempo y también para meditar. Aquí les dejo los que utilicé para la historia de Ariadna, quienes leyeron, estos nombres les
serán muy conocidos o al menos los recordarán.
Como ven según el color y la participación de cada
uno a veces el secundario pasa a ser terciario y el terciario pasa a ser secundario
según la trama, definir esto es decisión del autor, los nombres que dejé en
negro corresponde a los blancos o sea a los personajes que sólo se mencionan
pero que no se ven o que se ven pero que no tienen un nombre. Para un lector es algo excesivo porque jamás va
memorizarlos a todos aunque el autor si se los sepa de memoria, es posible que
llegando a la mitad del libro ya nadie se acuerde del nombre de los padres o
tíos de Lucas o los maestros de idiomas de Ariadna por ejemplo lo que supone
una desventaja y también es posible que al final del libro ya no se sepa a ciencia
cierta porqué de un momento a otro se le complicó la vida a la chica. Hasta
hace un año Ariadna era mi libro más extenso (de ahí a veces hacer una bilogía
en las historias) y aunque Aurora —juro que intenté evitarlo— está en la misma
línea mi obra más extensa —hablando de un libro completo— es una versión más
grande de 6 x 9 de “El Príncipe de Bórdovar” con más de seiscientas páginas (no
pude editarlo completo en las medidas estándar) y “Quiero que seas mío” con más
quinientas páginas (sin chance a tener espacios) para poder publicarlo en 6 x 9.
Los personajes son importantes en mi opinión, todos sin excepción porque aunque
sólo se mencionen su participación tiene algo de importancia si por algo se
hace. ¿Te ha pasado tener muchos personajes en un solo libro? ¿Te confunde esto
como autor? ¿Prefieres tener menos o más? Espero que este ejemplo te ayude a tomar la mejor decisión al
momento de presentar una historia, igual lo importante es disfrutar el proceso.
P.D. Si quieres saber qué pasó con ese viaje a la Toscana de Ángelo y Ariadna lee la segunda parte de "Quiero que seas mío" para conocer un poquito más.
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