domingo, 30 de octubre de 2016

El dilema de las descripciones en la novela

La primera vez que me tocó describir algo o entrenarme en el tema fue en sexto grado cuando la maestra de español nos pidió hacer la descripción de un retrato. Yo escogí a Beethoven y al menos no lo hice tan mal, cumplí con la tarea y de allí supe la importancia que esto es en la narrativa, como dice un eslogan "todo con medida, nada con exceso"
El tema de las descripciones al parecer se ha convertido en un dolor de cabeza para algunos "lectores" y lo encomillo porque yo comienzo a dudar que lo sean o al menos no son tan inteligentes y me disculpa quien se ofenda. Este tipo de personas fingen ser lectores pero lo que dejan claro es que no lo son y menos si nunca han leído un clásico en el que las descripciones son fundamentales. Un sabio maestro dijo una vez que si se explicara el sentido de cada cuento sería como dar de comer una fruta masticada y eso es lo que algunas personas ya esperan de los libros, les cuesta disfrutar el proceso creado por el autor y todo lo quieren fácil, lo que obviamente hace deducir que quien lee no puede ser alguien capaz de comprender lo que el autor quiso transmitir.
Novelas simples hay muchas y es por ejemplo en la contemporánea que yo no tolero descripciones sin sentido en dos maneras porque esa es la excusa para alargarla: 1. Excesivas descripciones sexuales y 2. Excesivas descripciones de un entorno que ya se conoce.
Una cosa es la descripción de un entorno o escenario donde nos ubicamos pero sin exagerar como lo dije en un artículo hace unos meses sobre el abuso de las mismas por lo que si aún no lees haz click aquí.
Las descripciones son indispensables en cierto tipo de novelas: en la histórica (con fundamentos reales) y en la fantástica o ciencia ficción (sea creando mundos de la antigüedad, imaginarios o futuristas) en la novela negra o policial (sobre detectives y casos sin resolver) y también puede entrar en la categoría incluso una de suspenso paranormal y terror porque el lector debe adentrarse en ese escenario que el autor a creado sea para recrearse o para morderse las uñas. Así que si eres de esos lectores que ya quieren la simpleza de una fruta masticada entonces no sigas leyendo porque voy a extenderme más.

Cuando el cerebro se pone a trabajar somos más inteligentes ¿no te gustan los retos? No creo que venga un lector de este tiempo a querer soltarle unas frescas a la tumba de Tolkien por ejemplo y a decirle "cómo" tuvo que haber creado su Tierra Media, ¿vas a decirle a George R. R. Martin qué le ponga o qué le quite a su continente? Lo mejor que puede hacer un lector es "criticar" y dar su punto de vista y decir "que si él hubiera escrito..." pero no, ubícate, tú no escribiste la idea que otro tuvo y en parte, en la crítica se ve reflejada esa envidia.
Así que siguiendo el hilo de este artículo vengo a poner unos ejemplos en descripciones, checa el primero:

"En la época que nos ocupa reinaba en las ciudades un hedor apenas concebible para el hombre moderno. Las calles apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las escaleras apestaban a madera podrida y excrementos de rata, las cocinas, a col podrida y grasa de carnero; los aposentos sin ventilación apestaban a polvo enmohecido; los dormitorios, a sábanas grasientas, a edredones húmedos y al penetrante olor dulzón de los orinales. Las chimeneas apestaban a azufre, las curtidurías, a lejías cáusticas, los mataderos, a sangre coagulada. Hombres y mujeres apestaban a sudor y a ropa sucia; en sus bocas apestaban los dientes infectados, los alientos olían a cebolla y los cuerpos, cuando ya no eran jóvenes, a queso rancio, a leche agria y a tumores malignos. Apestaban los ríos, apestaban las plazas, apestaban las iglesias y el hedor se respiraba por igual bajo los puentes y en los palacios. El campesino apestaba como el clérigo, el oficial de artesano, como la esposa del maestro; apestaba la nobleza entera y, si, incluso el rey apestaba como un animal carnicero y la reina como una cabra vieja, tanto en verano como en invierno, porque en el siglo XVIII aún no se había atajado la actividad corrosiva de las bacterias y por consiguiente no había ninguna acción humana, ni creadora ni destructora, ninguna manifestación de vida incipiente o en decadencia que no fuera acompañada de algún hedor. Y, como es natural, el hedor alcanzaba sus máximas proporciones en París, porque París era la mayor ciudad de Francia. (...)"

¿Adivinaste? Lo anterior es un párrafo de "El Perfume" de Patrick Süskind, la narrativa es tan sencillamente perfecta que es imposible no sentir náuseas con sólo estas líneas. Ahora mi pregunta es ¿va a venir un lector a decir que el autor no tenía necesidad de describir tanto cosas tan asquerosas y que el título es bastante contradictorio?

Ahora vamos con otro:

"Nunca olvidaré el último vistazo que eché al patio interior de la posada y su multitud de pintorescos personajes, todos persignándose, mientras estaban alrededor del amplio pórtico, con su fondo de rico follaje de adelfas y árboles de naranjo en verdes tonelitos agrupados en el centro del patio. Entonces nuestro conductor, cuyo amplio pantalón de lino cubría todo el asiento frontal (ellos lo llaman "gotza"), fustigó su gran látigo sobre los cuatro pequeños caballos que corrían de dos en dos, e iniciamos nuestro viaje…
Pronto perdí de vista y de la memoria los fantasmales temores en la belleza de la escena por la que atravesábamos, aunque si yo hubiese conocido el idioma, o mejor, los idiomas que hablaban mis compañeros de viaje, es muy posible que no hubiese sido capaz de deshacerme de ellos tan fácilmente. Ante nosotros se extendía el verde campo inclinado lleno de bosques con empinadas colinas aquí y allá, coronadas con cúmulos de tréboles o con casas campesinas, con sus paredes vacías viendo hacia la carretera.
Por todos lados había una enloquecedora cantidad de frutos en flor: manzanas, ciruelas, peras y fresas. Y a medida que avanzábamos, pude ver cómo la verde hierba bajo los árboles estaba cuajada con pétalos caídos. La carretera entraba y salía entre estas verdes colinas de lo que aquí llaman "Tierra Media", liberándose al barrer alrededor de las curvas, o cerrada por los estrangulantes brazos de los bosques de pino, que aquí y allá corrían colina abajo como lenguas de fuego. El camino era áspero, pero a pesar de ello parecía que volábamos con una prisa excitante. Entonces no podía entender a qué se debía esa prisa, pero evidentemente el conductor no quería perder tiempo antes de llegar al desfiladero de Borgo. Se me dijo que el camino era excelente en verano, pero que todavía no había sido arreglado después de las nieves del invierno. (...)"


Lo anterior es obviamente un fragmento del clásico de los clásicos, Drácula de B. Stoker y lo que acabas de leer es parte del diario de Jonathan, ¿va a decir un lector que no es necesario que describa tanto lo que ese viaje significó para él?

Vamos con otro ejemplo:

"Los guardas levantaron entonces las pesadas trancas y lentamente empujaron las puertas, que giraron gruñendo sobre los grandes goznes. Los viajeros entraron. El recinto parecía oscuro y caluroso, luego del aire claro de la colina. Era una habitación larga y ancha, poblada de sombras y medias luces; unos pilares poderosos sostenían una bóveda elevada. Aquí y allá unos brillantes rayos de sol caían en haces titilantes desde las ventanas del este bajo los profundos saledizos. Por la lumbrera del techo, más allá de las ligeras volutas de humo, se veía el cielo, pálido y azul. Cuando los ojos de los viajeros se acostumbraron a la oscuridad, observaron que el suelo era de grandes losas multicolores y que en él se entrelazaban unas runas ramificadas y unos extraños emblemas. Veían ahora que los pilares estaban profusamente tallados y que el oro y unos colores apenas visibles brillaban débilmente en la penumbra. De las paredes colgaban numerosos tapices y entre uno y otro desfilaban figuras de antiguas leyendas, algunas empalidecidas por los años, otras ocultas en las sombras. Pero caía un rayo de sol sobre una de esas formas: un hombre joven montado en un caballo blanco. Soplaba un cuerno grande y los cabellos rubios le flotaban al viento. El caballo tenía la cabeza erguida y los ollares dilatados y enrojecidos, como si olfateara a lo lejos la batalla. Un agua espumosa, verde y blanca, corría impetuosa alrededor de las corvas del animal."

 ¿Conoces el fragmento anterior? Inconfundible el estilo de Tolkien en su libro "Las Dos Torres" cuando él describe la llegada de Aragorn y compañía al castillo de Théoden en Rohan.

Ahora un último ejemplo:

"En la oscuridad, Langdon sintió cómo la droga se propagaba por su cuerpo casi instantáneamente, arrastrándole de nuevo a ese profundo pozo del que había emergido. Resistiéndose, se esforzó por mantener los ojos abiertos e intentó incorporarse, pero su cuerpo pesaba como el cemento.
Langdon se dio la vuelta y volvió a encontrarse de cara a la ventana. Como ahora las luces estaban apagadas, su reflejo había desaparecido del cristal y había sido reemplazado por la silueta de una ciudad.
En un mar de torres y cúpulas, una fachada iluminada dominaba el campo de visión de Langdon.
El edificio era una imponente fortaleza de piedra, con un parapeto dentado y una torre almenada y con matacán, que se elevaba hasta los noventa metros de altura.
Langdon se incorporó de golpe, lo cual provocó una explosión de dolor en su cabeza. Haciendo caso omiso al suplicio palpitante que sentía, se quedó mirando la torre.
Conocía bien esa estructura medieval.
Era única en el mundo."


Imposible no saber ¿verdad? Al leer del apellido Langdon inmediatamente nos vamos con el querido profesor en simbología creado por Dan Brown y este fragmento pertenece a "Inferno"

En conclusión ¿sigues creyendo que no son necesarias las descripciones?
Escribí este artículo porque me han dicho que una de mis debilidades como escritora es precisamente esto, "las descripciones" y no es que me falten sino que sobran pero como he dicho para mí son necesarias en la novela histórica (como en el caso de Quiero que seas mío y la historia de Eloísa) y en la novela de fantasía con mundos creados (como mi saga Ocaso y Amanecer)
Si hay algo que no me gusta en algunas novelas que están escritas en esta temática es la falta de "profundizar" en algunas cosas lo que deja en evidencia dos aspectos; que el autor no estudió bien seguramente la historia real (en el caso de la novela histórica que quiso plasmar) escribiendo a la carrera y que no es capaz de crear mundos ficticios (en el caso de la fantástica)  porque en ambos aspectos las descripciones son necesarias. Ahora bien vuelvo a decir que no la justifico en la contemporánea y menos en el tema sexual (quedando de lado el eje de la trama principal) porque eso si es como darle cuerda, volviéndose repetitivo y cansino, como dije en el artículo que les compartí, no es necesario que describas tanto calles, edificios, (y digas con qué materiales los construyeron o el tipo de hilo de las alfombras que adornan determinado lugar) hay descripciones que si se pasan y la verdad no son más que mero relleno porque no se ocurre nada más. Así como las descripciones "extienden" un libro, la falta de ellas lo dejan en relato y yo prefiero que me deje pensando en los datos históricos que aprendí a que me deje con el ojo cuadrado porque me quedó debiendo.
Así que quien me lea sabe a qué atenerse y me halaga ser un reto, mis letras no son ni fáciles, ni frescas ni como le quieran llamar y mi lenguaje tampoco es como otros a los que están acostumbrados, quien me entienda lo aplaudo y agradezco y quien no... pues lo siento. Sé que lectores buenos hay y como dice el eslogan de wattpad "no importa la historia que quieras contar siempre hay un lector esperándote" y a ese 1% les digo ¡gracias!








miércoles, 5 de octubre de 2016

No hago más reseñas

Luego de meditarlo bastante he llegado a esta conclusión porque lamentablemente no hay tolerancia ni reciprocidad, lo segundo puede no ser novedad pero lo primero genera problemas y a la larga quien se tomó su tiempo para dar una opinión queda como el malo de la película mientras el "perjudicado" es la pobre víctima que hace que sus seguidores se vuelquen contra el que escribió la reseña.
Hasta el momento no he hecho una mala reseña para destrozar x libro pero como todo lo tergiversan sólo quiero aclarar el porqué de esta decisión.
Según el diccionario la reseña es una evaluación o crítica constructiva que puede ser positiva o negativa, depende que quien lo analice pero al menos yo si debo hablar para recomendar un libro diciendo con pelos y señales esto o aquello ahora lo haré con grandes autores, como los clásicos o los contemporáneos, total ni a Stephen King, ni a Anne Rice, ni a Dan Brown, ni a George R. R. Martin les va a importar lo que yo diga o deje de decir como sucede con otras personas que parece que se creyeran más importantes o que han escrito algo mejor.
Como dije de todas las opiniones que he dado en ninguno de mis blogs hay una mala reseña, un reseñador no sólo valora la historia ya que en el caso de los autopublicados nos tachan los horrores ortográficos, el que si la historia tiene o no la tabla de contenido (en el caso del kindle) o el formato del archivo, el remedo de portada, etc... etc... creo que un crítico ve todo esto no sólo la historia en sí porque hasta lo más mínimo resta puntos pero hay que ser honestos también y he leído historias así porque como me decía una amiga "ni los de editorial se salvan" todos tenemos defectos pero que ya se tomen las cosas a modo personal, que salten lectores y la escritora no de ni las gracias ni en público ni en privado con eso ya se dice todo.
Soy lectora y escritora pero creo que he cometido un error haciendo reseñas, lo siento y me duele por las justas que pagan por pecadoras pero cuando ya hay faltas de respeto de por medio no se pueden tolerar y yo no soy una bloguera que se dedica netamente a reseñar, también soy escritora y como tal una opinión a colegas no está mal.
Seguiré apoyando y promocionando lo que leo o a las amigas que he conocido y leído e igual a las que no y me tienden la mano yo devuelvo el favor y de esa manera mutua nos ayudamos, el deber de un lector es: leer, comentar, calificar y recomendar, que bonito es hacer las cosas porque te han nacido pero que triste es que ni así agradezcan el gesto, en este tema es válido eso de que: "por hacer un bonito haces un feo" Ahora me limitaré a comentar algo breve, alguien me decía que me limite a amazon o a goodreads, pero la realidad es que ya no sabes lo que te puede acarrear un comentario ni siquiera hablando bien así que por esto yo decido ya no hacer más reseñas.
Pero eso no me impide leer, así que seguimos leyendo y escribiendo, como también recomendando.







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